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por Mónica Cuervo Prados

RESUMEN
Este texto pretende desde la mirada hermenéutica de Gadamer H. G., Ricoeur P. Y Acevedo C, plantear como es posible realizar una comprensión de la realidad sobre democracia y derechos humanos desde una lectura del mito. Esta propuesta pretende aportar lineamientos generales hacia la importancia de la comprensión histórica y la investigación.

PALABRAS CLAVES
Hermenéutica. Mito. Historicidad. Historia efecutal. Investigación. Democracia. Derechos Humanos

Como un aporte hacia la comprensión de la problemática sobre democracia y derechos humanos en América Latina, se plantea en este texto una mirada hermenéutica que desde el retorno al concepto de la historia efectual planteada por H.G. Gadamer, hace necesario revisar cómo “el pasado permanece activo en el presente; la tradición es el medio vital del que recibimos estímulos y conceptos, que alimentan la existencia y hacen posible la comprensión tanto en las ciencias naturales como en las humanas” .

Para comprender el presente y poder interpretarlo, se hace indispensable desde la distancia temporal el inicio de “una función productora de sentido que se esclarece a través de los prejuicios verdaderos y falsos que en el proceso se van entretejiendo, para dejar aparecer el sentido verdadero encerrado en la realidad del objeto” .

Entendiendo que en la relación hermenéutica el propio horizonte ha de percibir no sólo lo extraño del horizonte (tradición) del texto, sino y sobre todo lo extraño y “otro” manifestado en el texto mismo, este documento se centrará en uno de los textos que puede ayudar a comprender e interpretar la situación actual de la democracia y los derechos humanos: el mito.

Al superar la noción de lo mítico como antiguo y reconocerlo como fuerza cultural y simbólica en imágenes y metáforas, el reconocimiento de sí genera “un lenguaje vivo y dialogal o conversacional que no se centra en lo escrito sino en el habla viva” . El mito es la oportunidad para conocer cómo esas imágenes y metáforas sobre Derechos Humanos y democracia nos han acompañado en nuestro devenir.

Para comprender el presente de cualquier civilización, y especialmente de culturas como la nuestra, es necesario reconocer cómo el mito se torna en piedra angular desde la naturaleza, la organización social, la vida y la muerte, entre otros. Es necesario realizar una reconstrucción desde la historia, que permita que surjan invenciones cada vez distintas, “haciendo que el mismo horizonte temático se vaya desplazando cada vez en una nueva dirección”

“Por su abierta indeterminación, el mito permite que surjan de él nuevos conocimientos reconocidos, incluso como invenciones, pero que generan la revisión del lenguaje coloquial, dialógico, intersubjetivo y transpersonal; que sobrepasa el imaginario de un mito ligado únicamente a la ritualidad, lo ceremonial, lo comunitario y lo solemne. El mito se encuentra en la vida del sujeto, en sus miedos, anhelos, sueños y prácticas cotidianas. Hablar de democracia y derechos humanos, implica desde la esperanza hasta el distanciamiento, que han sido construidos por ese devenir en el tiempo organizativo y social de nuestras comunidades urbanas y rurales, entre otras

El mito como forma de simbolización es autónomo, al dar cuenta de toda una realidad y una cosmovisión. “La estructura del conocimiento sucede en lenguajes. Una forma de lenguaje y una forma de simbolismo dan cuenta de una realidad y por eso constituyen una forma de conocimiento” . El lenguaje mítico, en cuanto formalización y simbolización de una realidad, expresa una forma de conocimiento que son las fuerzas de la naturaleza. La realidad de las fuerzas es lo que determina la dinámica del conocer mítico, tanto en el sujeto como en el objeto”

Es indispensable comprender, que gran parte de las acciones, imágenes, signos y símbolos que nos rodean actualmente en el campo de la democracia y los derechos humanos vienen del mito. Es así como la noción del otro, del sí mismo y de la participación entre otros, vienen de mitos y acciones en la historia, que desde antes del descubrimiento hasta la actualidad se han venido manifestando . Los mitos son “en efecto los que nos dominan, los que saben todo aquello que nos habla y alecciona en medio de la oscuridad. Los mitos y los cuentos parecen rebosar una sabiduría originaria que está en el comienzo de todas las cosas, y sin embargo poseen una profundidad histórica propia” .

Retomar la noción de mito desde el reconocimiento, es tomar conciencia de lenguajes y conocimientos que se integran desde las narrativas en las diversas identidades y constituciones del mundo, por ello es también una forma de conciencia . Por lo tanto, el mito no puede ser conceptualizado como acabado o cosificado. La misma naturaleza del lenguaje y del conocimiento le hace ser productor de sucesivas formalizaciones.

El mito ofrece una ordenación propia de la realidad humana como plantea Cassirer, ya que el hombre como animal hermenéutico tienen una inagotable inclinación hacia las invenciones del espíritu, invenciones que son reinventadas y aplicadas sin cesar. Hablar del mito en términos de Malinowski es hablar del agente de cohesión social y mantenimiento de la tradición y en términos de Eliade es retomar la santificación del mundo. ¿De dónde vienen entones las nociones de democracia y derechos humanos y en qué se han convertido?

El espíritu iniciado en el secreto de los mitos es “el espíritu de nuestra razón histórica” . Es necesario ahondar en los mitos del poder, de la relación entre el yo y el otro, del tiempo y del espacio que se han movido desde los mitos originarios, los mitos indígenas y los mitos que se han venido fusionando y se siguen fusionando con otras miradas religiosas, culturales y de consumo. Es imposible comprender el por qué de las miradas de democracia y derechos humanos que existen en la actualidad sin ver, como diría Régis Debray que las eras de la mirada se imbrican y se superponen, que la realidad está ligada a tránsitos no a temporalidades que se cortan y se acaban.

Entendiendo que la razón no funciona por sí misma y que el logos realmente no pudo opacar al mito, este se hace indispensable para ver el encuentro diacrónico y sincrónico que la historia efectual plantea. De no entender que “los mitos no son máscaras de la realidad histórica, capaces de extraerles la razón a las cosas para realizarse como razón histórica” , no será posible comprender que los mitos “revelan la auténtica fuerza de la historia” Y por ende de lo que actualmente es no, solamente la democracia y los derechos humanos, sino mucho otros ejes de la realidad.

“La recurrencia permanente al sentido o sentidos del devenir, es el aporte que la conciencia mítica ofrece a la dinámica total de la conciencia humanizadora. En ello, como en toda forma de conciencia, separa y aliena toda formalización (en cuanto se cosifica) e impone sobre ellas su sello dinamizante y antropomorfizante. El problema de toda formalización es que nos constituye una segunda naturaleza, por lo que nos identificamos o cosificamos a ella. La dinámica de la conciencia mítica por fuerza de su función vital y dinamizadora de sentidos, separa al sujeto y al objeto y los vuelve a unir posibilitando en ello una superación de la toma de conciencia”

“La dinámica de la conciencia mítica se fundamenta en la básica polarización dialéctica que le es propia: fuerza-cosa. Sobre esta polarización se van sucediendo las tomas de conciencia de la identidad del hombre, desde los niveles más sensibles, hasta los niveles de mayor trascendencia. El mito es, desde sus comienzos, una trascendencia transcósica por fuerza de su interés energético. Esta función del mito se puede calificar de desestabilizadora, en la medida en que opere al lado de otras formas de conciencia; el conjunto de las cuales constituye la dinámica de la realización humana, no sólo como formalizadora sino como recreadora” . Volver al mito y ver su recorrido en la historia es vernos en el espejo de la historicidad, de un recorrido que muestra lo qués, para qués y por qués de nuestra propia esencia y existencia

De igual manera, es indudable la importancia del mito como experiencia. Al querer hablar de esta, se abren caminos del pasado y el presente en el sujeto, se plantea el vivir y creer en la experiencia y la vivificación de la misma. Ver la cotidianidad a la luz de la experiencia, aporta a la comprensión del si mismo y al reconocimiento del otro desde diversas experiencias vividas.

El mito no es objeto tanto de los científicos sino de los sujetos de cada cultura. “La recuperación cultural de cada pueblo no la pueden hacer los ajenos, por más que puedan ayudar con el valor de la ciencia, al servicio del hombre y no de la misma ciencia” . Por lo tanto, esta recuperación tiene como uno de sus ejes bases, la relación existente entre narrativas e identidades, como un camino posible a seguir en el marco de esa recuperación cultural de la democracia y los derechos humanos.

Para ver entonces la realidad, los imaginarios e imágenes eidéticas que se desplazan por las diversas comprensiones de democracia y derechos humanos, se hace necesario acercarse a ver que “el horizonte de nuestra propia conciencia histórica no es el desierto infinito vacío de mitos, de la conciencia ilustrada. Esa ilustración está condicionada y limitada históricamente, es una fase en la realización de nuestro destino. Se malentiende a sí misma cuando se concibe como la libertad plena de la conciencia histórica. Pero esto significa que la historia es lo que fuimos y lo que somos. Es la dimensión vinculante de nuestro destino” . Esto es la historia efectual

El sentido es convertir el mito en narración, ya que al hacerlo, las preguntas por lo ¿qués?, ¿por qués? y para qués?, generarán más preguntas, que al ponerse en juego darán pie a comprensiones y luces sobre las diversas identidades refugiadas en la memoria y en la existencia.
El llamado entonces desde esta propuesta hermenéutica, es lograr que en la discusión de la democracia y los derechos humanos, se puedan retomar las narraciones míticas como esencias de sentido, que pueden lograr ir poco a poco encontrando no sólo el sentido de la relación de narrativas e identidades, en la búsqueda de las democracia y los derechos humanos, de cada uno de los sujetos que las reinventan continuamente.
Se precisa que un investigador que pretenda desarrollar una propuesta hacia la problemática de democracia y derechos humanos, debe ser un caminante espiritual y sensible, que se torne mediador de lo que el sujeto internamente desea conocer. Más que la racionalidad y el dato preciso, el investigador- descubridor se perfila como un acompañante que desde el lenguaje, el respeto, la tranquilidad y la confianza, entienda que no existe un objeto de estudio, sino que el ser que abre su vida ante sí es uno espejo incluso del mismo investigador.

El perfil entonces de un trabajo hermenéutico no es inmediatista ni objetual. Es la pregunta por la esencia desde la existencia, es el respeto por el otro y por lo que el otro es en mí mismo. Es cultura y comprensión de la memoria. Es comprender que lo político, lo social y lo económico que hacen parte del contexto, de la democracia y los derechos humanos se nutren de sentidos del mundo interno de los sujetos, y que los contextos son múltiples, como lo son las complejidades de los sujetos que los habitan.

Una posible propuesta es retomar a nivel de las posibles investigaciones en este campo, el trabajo de recolección, sistematización y posterior interpretación de narraciones, las cuales son un recurso de gran valía y una forma más de expresión de los acontecimientos. La narración mítica, de este modo, constituye una forma de explicación, pues toda narración responde a las preguntas qué, por qué y para qué. La narración mítica es el inicio de la interpretación ya que esta está en cada sujeto que vive en las diversas realidades que nos rodean. No solamente en la realidad de los que asumen las nociones de derechos humanos y democracia desde una posición política o una posición de poder está la verdad al respecto.

Las narrativas son un recurso mediante el cual el ser en el mundo, puede desentrañar el sentido de las formas simbólicas y mostrar cómo este se pone en juego, dando cuenta de sí mismo y de los colectivos a los que pertenece. Para poder comprender las diversas nociones de identidad, las narraciones e identidades se manifiestan en la importancia de sus protagonistas. Los sujetos narrativos son el pretexto hacia la comprensión de identidades sociales, que generen propuestas de orden político y social. Como plantea Ricouer, comprenderse es apropiarse de la historia de la misma vida de uno, hacer el relato de ella tanto desde lo ficticio como desde lo histórico.

Las identidades tanto de la democracia y los derechos humanos, como de otros ejes de la realidad, se construyen narrativamente tanto desde las narraciones individuales como colectivas, que al reconocer y generar nuevos textos que introducen evaluaciones del mundo, incitan a la acción. Una acción que a la vez genera otras narraciones y reacciones en el mundo.

Específicamente se proponen desde tipos de estudio interpretativos y de metodologías como la historia de vida, la etnografía de orden interpretativo, la investigación acción participativa, la investigación documental e histórica; posibilidades de iniciar la comprensión y posterior interpretación de la democracia y los derechos humanos.

Sólo es posible comprender las nociones de democracia y derechos humanos que se encuentran en nuestro país, si desde los diversos mitos actuales, se intenta ir a la tradición y desde ahí a la interpretación de ejes centrales de esta problemática, como son los procesos de poder, lo público y lo privado, la credibilidad y respeto por el y el sí mismo, entre otros. Desde una mirada transdisciplinaria, es posible lograr que las lecturas de las narraciones míticas encontradas desde una mirada histórico efectual, puedan aportar a interpretaciones que generan propuestas desde la interpretación de las diversas miradas de democracia y derechos humanos, a propuestas en torno al tema que hoy nos convoca: La democracia y los derechos humanos.

Referencias

Acevedo, Cristibal (1993) Mito y Conocimiento. Universidad iberoamericana. México

Cuervo M. (2004) Hermenéutica, investigación cualitativa. En Revista Horizontes Pedagógicos No. 5 . Corporación Universitaria Iberoamericana. Bogotá
documental e histórica

Debray, Régis. Vida y Muerte de la Imagen, Historia de la mirada en Occidente. Paídós. 1998. Madrid.

Gadamer, Hans. (1996) Verdad y Método I y II. Salamanca. Sígueme

Ricoeur, Paul (1985) Tiempo y narración I. México: Siglo XXI.

Notas:

(1)Mónica Cuervo Prados. Montreal, Québec, Canadá. Experiencia académica y docente: Decana. Coordinación académica e investigativa. Coordinación Énfasis de periodismo. Directora de Grupos de Investigación. Gestora de Investigaciones y coordinadora de investigaciones. MAGÍSTRA EN COMUNICACIÓN. Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Comunicación y Lenguaje. COMUNICADORA SOCIAL. ÉNFASIS EN COMUNICACIÓN EDUCATIVA. Pontificia Universidad Javeriana.

Cuervo M. Hermenéutica, investigación cualitativa documental e histórica en revista Horizontes Pedagógicos No. 5 2003 Pag. 34
Ibid
(2) Acevedo C. Mito y conocimiento. Pag. 22
(3) Gadamer, H.G. Verdad y Método I. 1996. Pag. 593
(4) Acevedo C. Mito y conocimiento. Pag. 22
(5) Gadamer, H.G. Verdad y Método I. 1996. Pag. 593
(6) Acevedo C. Mito y conocimiento. 1993, Pag. 458
(7) Idem. Pag. 459
(8) Desde historias que se han repetido a través de la historia de Colombia como el “rescate” que hace Manuela Sáenz al libertador en la noche Septembrina, las enseñanzas de Bochica al pueblo y las historias que hacen ver por qué existen paramilitares y guerrilleros que por venganza han asumido ese rol en la sociedad, se han venido dando desde el lenguaje y las narraciones mitos considerados para muchos como ciertnos y que son muestra mirada de la democracia y de los derechos humanos.
(9) Gadamer, H. G: Verdad y método II. Pag. 41
(10) Las historias de la calle, lo que piensan los colombianos sobre la realidad participativa del país, las narraciones políticas, las historias de los caciques, el florero del 20 de Julio y hasta la mirada pública que se ha venido generando del transmileno, son ejemplos de cómo la narración se constituye en realidad y desde ahí sin nombrarla, los derechos humanos y la democracia van cobrando vida en los colombianos
(11) Ibid
(12) Ibid
(13) Idem Pag. 42
(14) Acevedo C. Mito y conocimiento Pag. 460
(15) Ibid
(16) Idem. Pag. 466
(17) Gadamer, H. G. Verdad y Método II. 1996. Pag. 42
(18)Debray habla de tres eras de la mirada logosfera, grafosfera y videosfera, cada era se une con la otra y las tres muestran lo que somos y lo qu fuimos y lo que siempre hemos sido. Ver Vida y Muerte de la Imagen, Historia de la mirada en Occidente.
(19) Horizontes Pedagógicos No. 7 Jaime Rubio Angulo. 2005. Hermeneútica e investigación Pag. 57